El antiguo monasterio benedictino de San Pedro de Cardeña (Burgos) tiene una larguísima historia por la que han desfilado Almanzor, El Cid, los monjes benedictinos, capuchinos, trapenses y hasta presos republicanos de la Guerra Civil.
Desde 1942 el monasterio está habitado por los cistercienses de estricta observancia, también conocidos como trapenses. Tienen una amplia tradición destilera, pues elaboran el licor Tizona y un vino a partir de uva comprada en La Rioja llamado Valdevegón.
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| Vista del Monasterio. |
Quizá por esta tradición y por una buena observación de las tendencias del mercado actual han decidido dar un paso más y ofrecer una cerveza propia llamada Cardeña.
En el mundo existen 171 monasterios de esta orden, de los cuales sólo 11 disponen de la denominación "cerveza trapense". Seis de ellas están en Bélgica, dos en Holanda y el resto se reparte entre Estados Unidos, Italia y Austria con una marca por país. Algunas referencias, como podrán apreciar, soy muy conocidas por su calidad.
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| Las 11 marcas trapenses oficiales. |
Son cervezas de alta fermentación y turbias salvo una lager holandesa llamada Trappe Bockbier. Las noticias publicadas al respecto nos indican que de momento no forman parte de esta "denominación de origen".
Para los que quieran saber más del tema tienen esta página web.
Volviendo a Cardeña los monjes han contratado a un maestro artesano escocés llamado Bob Maltman que ya ha trabajado para la marca conquense Dawat.
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| Bob MaltMan en la presentación. |
Para
Cardeña ha elaborado una cerveza de alta fermentación, rubia triple
malta, con segunda fermentación en botella lo que le confiere un aspecto turbio. Las primeras unidades han salido de una cervecera artesana
madrileña. Para lograr el reconocimiento oficial sería necesario que la
elaboración fuera dentro del monasterio, proyecto que se puede demorar
un par de años según fuentes del propio cenobio.
Debemos indicar que aunque en los monasterios españoles nunca se elaboró cerveza en época medieval, posteriormente varios de ellos han estado relacionados con la producción de cerveza. El primero es cacereño de Yuste, donde Carlos V se retiró y estableció una pequeña factoría en 1556, dirigida por un maestro cervecero holandés Enrique Van der Thehe y que hoy ha sido reivindicada por la marca Legado de Yuste, fabricada por el grupo Heineken España.
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| Etiqueta de esta marca. |
Se comercializa como cerveza de abadía, pero realmente está fabricada en la sevillana La Cruz del Campo, dicho eso sin menoscabo de su calidad, a mi entender, excelente.
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| Barriles de Cerveza en Fresdelval en 1873. |
En el siglo XIX, tras la desamortización, los monasterios masculinos son vendidos y sus instalaciones se convierten en magníficas instalaciones para instalar las nuevas fábricas de cerveza que, tras la liberalización del sector van surgiendo. Sin ser exhaustivos podríamos citar los casos de la fábrica de La Esmeralda en Valencia, ubicada en el antiguo monasterio de San Francisco, la salmantina "Rodolfo Hernández" ubicada en San Pablo o monasterio burgalés de Fresdelval, salvado de desaparecer gracias a la instalación de esta industria. No se trataba de cervezas de abadía, los monasterios habían sido desamortizados y los monjes expulsados de los mismos, pero sí de cervezas producidas en antiguos monasterios españoles.
Acabemos este artículo brindando con la trapense no oficial "Cardeña", aunque su degustación se deberá demorar a la semana que viene, y lo quiero hacer a la salud de un gran amigo bloguero que anda con "cositas" de salud, va por ti, Pedro Miguel ¡Salud!
Gracias Javier. Magnífico estudio histórico, como nos tienes acostumbrados. En una próxima oportunidad, lo celebraremos como corresponde. Otro abrazo desde los Madriles...
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