La producción y consumo de cerveza en
España estaba reducida, a fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX a
unas pocas fábricas situadas en Santander, Madrid y Barcelona[i],
el vino predominaba de manera absoluta en esa época. Tampoco en Francia era una
bebida que superase al vino, datos de París del periodo 1781-1786 indican que
el consumo de cerveza estaba en una relación de 1 a 13 respecto al vino,
además, era una bebida considerada de pobres en la mayor parte de Europa y su producción
solo aumentaba en épocas de crisis[ii].
La instalación de una fábrica de cerveza en Burgos durante la invasión francesa, no deja de ser un fenómeno peculiar en la España de la época. Su presencia debe ser debidamente contextualizada.
La instalación de una fábrica de cerveza en Burgos durante la invasión francesa, no deja de ser un fenómeno peculiar en la España de la época. Su presencia debe ser debidamente contextualizada.
La ciudad de Burgos era un importante
nudo de comunicaciones entre Francia y Madrid, pero no dejaba de ser una ciudad
de pequeño tamaño, no más de 15.000 habitantes en el mejor de los casos, y
sobre los 10.000 como cifra más razonable, asentada en un ámbito caracterizado
por el absoluto dominio del vino como bebida. La invasión francesa trastocó la forma
de vida de la ciudad, la Cabeza de Castilla se convirtió en una posición
estratégica del ejército francés durante la Guerra de Independencia
(1808-1814), llegando a residir un contingente de 20.000 soldados franceses
entre Burgos y el cercano municipio de Gamonal.
Junto a la tropa gala, llegaron también
algunos súbditos extranjeros que establecieron distintos negocios de
hostelería. En 1812 tenemos noticias de que varios cafés
de la ciudad están en manos de franceses, sería el caso de los cafés de Gremer, el de Cornú, Morigner y Corbebil, el café de la Comedia y el de Mussi y se
llega a instalar una fábrica de licores, propiedad del Sr. Ferrari[iii].
En este ambiente llegó el Sr. Jacob e
inició la producción de cerveza en Burgos, dato inédito hasta la fecha, pues ni
siquiera hay referencias en la documentación de la época a la imposición ni de
un arbitrio a la cerveza o ni de que aparezca este producto en las raciones de
los soldados invasores[iv].
Documento del embargo del Sr. Jacob. |
En nuestras investigaciones en el Archivo
Municipal de Burgos, situado en el antiguo Palacio de Castilfalé, pudimos
localizar un documento con la signatura HI-5231, en el que se recoge el embargo
de los bienes del Sr. Jacob, maestro cervecero instalado en Burgos en 1811. En
la documentación se denomina a Jacob “maestro
fabricante de cerveza” y se habla claramente de su “fábrica de cerveza”[v].
El documento traza el proceso de
confiscación de los útiles de la fábrica del Sr. Jacob, y su posterior venta, realizada
entre septiembre y diciembre de 1811. Debemos tener en cuenta las dificultades
de abastecimiento que vivió la capital castellana, durante esos años, para la alimentación ordinaria de la población
y la tropa en ella asentada y los problemas que las comunicaciones tuvieron en una
época en la que el campo estaba en manos de guerrilleros. Estos factores debieron
estar relacionados con la quiebra del Sr. Jacob. También aparecen varios
ciudadanos españoles, franceses e incluso se cita a unos alemanes entre los
acreedores, por lo que Jacob debió emprender su negocio con dinero prestado y
vivió con bastante modestia, al estar entre las deudas la de su “cama”.
La documentación nos permite reproducir
algunos detalles de aquella primera fábrica de
cerveza, que sería lógicamente, de carácter artesanal. Para su
instalación fue necesario realizar obras de mejora en la fuente de San Luis, en
cuyas cercanías se ubicó la fábrica y de la cual se abastecía de agua. Es muy probable que el lugar de la fábrica fuera el antiguo monasterio de San Luis, situado en la Plaza Vega y que tenía un manantial en su huerta. También
compró una caldera, fabricada por José Manero. Para la elaboración de cerveza
contrató a otro súbdito francés, llamado Luis Amillant, que procedente de
Bayona, se había trasladado a Madrid y más tarde recalado en Burgos.
La documentación nos permite averiguar
que solo tuvo actividad la fábrica tres meses y medio, a lo largo de los cuales
se realizaron cuatro “cocidas”.
Sabemos que se vendió en la propia ciudad de Burgos, en el café de Santiago Herranz y también en
Valladolid, pues aparece en la lista de acreedores el carretero que realizó el
porte. En total unas deudas por valor de 4.224 reales de la época.
No deja de sorprender la celeridad del
proceso de embargo, pero debemos tener en cuenta las dificultades que tuvieron
las tropas francesas para mantener la plaza, y el temor de los acreedores a no
cobrar sus deudas.
El presente artículo ha sido publicado en el número 70 de la revista CELCE.
[i] FEO
PARRONDO, Francisco. “La Industria Cervecera en España”. Pág. 167 y FUMARAL, Antonio. “Elaboración de Cerveza en el siglo XIX”. Pág. 443.
[ii] BRAUDEL,
F. (1994): Bebidas y excitantes, Madrid,
Alianza Editorial, pp. 23.
[iii] SALVÁ, Anselmo. “Burgos en la Guerra de la Independencia” Ayuntamiento de Burgos,
2008. Edición original de 1913. Pág. 153.
[iv] SALVÁ,
Anselmo. IBIB. y BORREGUERO BELTRÁN, Cristina, “Burgos en la Guerra de la
Independencia. Enclave Estratégico y Ciudad Expoliada”. Caja Círculo, Burgos,
2007.
[v] CALVO ANGULO, Luis Jaiver “La efímera cervecera del Sr. Jacob" en CELCE Magazine, Madrid, CELCE, nº 70, marzo de 2013, pág. 42-43.
Javier, muy buena aportación a la historia de la cerveza en Burgos... En breve espero aportar más datos sobre la historia de la cerveza en Bilbao !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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