Barcelona vivirá a fines del siglo XIX un fuerte crecimiento económico y paralelo a él se fueron extendiendo nuevos hábitos de consumo. El néctar de Gambrinus fue ganando adeptos y el número de cervecerías en 1897 era de 140 en el núcleo urbano. Aquel aumento de la demanda conllevó la creación de diversas empresas cerveceras que animaron el periodo finisecular barcelonés.
Entre los fabricantes activos en ese tiempo vamos a hacer referencia en esta entrada a dos: Aygüesvives y Cía. y su sucesor Enrique Comas y Cía.
Respecto a Aygüesvives y Cía establecieron su fábrica en la Calle Casanova. Poco más sabemos de esta fábrica, que no aparece en la Guía Celce y cuya existencia documenta Xavier García Barber en su estupenda tesis doctoral. Gracias a Robert C. Sánchez he podido conocer la existencia de una etiqueta, o quizá sello de fábrica, en la que aparece como Aiguesvives y Huberti. El apellido Aygüesvives es un toponímico occitano, aunque no debemos identificar sin más datos a este productor con alguien de origen francés, pues también se documenta en Cataluña en citado apellido. Respecto a Huberti no hemos podido averiguar si corresponde a José Huberti i Nadal, empresario barcelonés de la época con intereses en el sector textil.
Hacia 1893 se debió producir el traspaso de Aygüesvives a Comas y poco después se debió trasladar la actividad a la calle Viladomat, número 43. Como era frecuente en la época la forma societaria empleada fue la de Sociedad en Comandita, es decir, existían unos socios que sólo respondían con su capital, mientras que otros respondían también con sus bienes, este tipo de empresa respondía a la existencia de socios capitalistas que poco conocían del negocio y mediante este tipo de sociedad buscaban la plena implicación de los socios que iban a dirigir la producción.
García Barber sitúa la actividad de la fábrica en los años comprendidos entre 1893 y 1897, documentando en 1895 la instalación de un horno para la producción de malta en la fábrica de Viladomat. La Guía Celce retrasa la puesta en marcha de Comas hasta 1897. A la vista de los datos actuales y gracias a la labor de García Barber, las fechas precisas serían 1893-1897, pudiendo quedar la fábrica sin actividad un par de años, hasta su venta a Cammany.
Enric Comas i Cía ofrecían las variedades "Común", "Munich", "Parisién" y "Alsaciana" pero no pudieron resistir la competencia de otras empresas y acabaran siendo traspasados.
Apenas un par de anuncios y alguna etiqueta han quedado como testigos de aquella fábrica. Hoy sobre su antiguo solar se alzan edificios de construcción reciente que nada permiten adivinar de sus instalaciones.
En 1899 la fábrica con todos sus activos es vendida a Cammany y Cía y al año siguiente la sociedad disuelta.
Pequeña etiqueta de hacia 1890. Cortesía de Robert C. Sánchez. |
García Barber sitúa la actividad de la fábrica en los años comprendidos entre 1893 y 1897, documentando en 1895 la instalación de un horno para la producción de malta en la fábrica de Viladomat. La Guía Celce retrasa la puesta en marcha de Comas hasta 1897. A la vista de los datos actuales y gracias a la labor de García Barber, las fechas precisas serían 1893-1897, pudiendo quedar la fábrica sin actividad un par de años, hasta su venta a Cammany.
Enric Comas i Cía ofrecían las variedades "Común", "Munich", "Parisién" y "Alsaciana" pero no pudieron resistir la competencia de otras empresas y acabaran siendo traspasados.
Apenas un par de anuncios y alguna etiqueta han quedado como testigos de aquella fábrica. Hoy sobre su antiguo solar se alzan edificios de construcción reciente que nada permiten adivinar de sus instalaciones.
Crónica Meridional (Almería) 18/02/1900 |
Excelente trabajo de investigación y documentación
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